Esté disponible para sus hijos
o
Perciba cuándo
es el mejor tiempo para hablar con sus hijos- por ejemplo, antes de dormir,
antes de la cena, en el coche, etc - y esté disponible.
o
Inicie la
conversación; permita sus hijos sepan que usted se preocupa por lo que está
pasando en sus vidas.
o
Encuentre tiempo
cada semana para hacer una actividad uno-a-uno con cada niño, y evitar la
programación de otras actividades durante ese tiempo.
o
Aprenda acerca
de los intereses de sus hijos - actividades, por ejemplo, su música o
actividades favorita - y muestre interés en ellos.
o
Inicie
conversaciones, compartiendo lo que usted ha estado pensando en lugar de
comenzar una conversación con una pregunta.
HAGA
SABER A SUS HIJOS QUE LOS ESCUCHA
o
Cuando sus hijos
están hablando de sus preocupaciones, deje lo que está haciendo y escuche.
o
Exprese interés
en lo que están diciendo, sin ser agobiante.
o
Escuche su punto
de vista, incluso si es difícil de escuchar.
o
Déjelos
completar su punto de vista antes de responder.
o
Repita lo que ha
oído decir para asegurarse de que les entiende correctamente.
RESPONDA
DE MANERA QUE SUS HIJOS LE ESCUCHEN.
o
Suavice
reacciones fuertes; los niños dejarán de prestar atención si parece enojado o
defensivo.
o
Exprese su
opinión sin sofocar la suya; reconozca que está bien o no estar de acuerdo.
o
Resista discutir
sobre quién tiene la razón. En vez diga: "Sé que no estás de acuerdo
conmigo, pero esto es lo que pienso."
o
Concéntrese en
los sentimientos de su hijo en lugar delos suyos durante su conversación.
RECUERDE
o
Preguntar a sus
hijos lo que ellos pueden querer o necesitar de usted en una conversación, como
consejos, simplemente escuchar, ayudar en el tratamiento de los sentimientos o
ayudar a resolver un problema.
o
Los niños
aprenden por imitación. Frecuentemente, van a seguir su ejemplo en la forma de
enfrentar la ira, resolver problemas y
trabajar a través de los sentimientos difíciles.
o
Hable con sus
hijos – sin embargo, no se trata de dar una conferencia, criticar, amenazar o
decir cosas hirientes.
o
Los niños
aprenden de sus propias decisiones. Siempre y cuando las consecuencias no sean
peligrosas, no siempre tiene que intervenir.
o
Darse cuenta de que
sus hijos pueden probar decir una pequeña parte de lo que les molesta. Escuche
con atención lo que dicen, anímeles a hablar y compartir el resto de la
historia.
SER
PADRE NO ES TRABAJO FÁCIL
o
Escuchar y
hablar es la clave para una conexión saludable entre usted y sus hijos. Pero la
paternidad es un trabajo duro y mantener una buena relación con los
adolescentes puede ser un reto, sobre todo porque los padres están tratando con
muchas otras presiones. Si usted está teniendo problemas a lo largo de un
período prolongado de tiempo, es posible que desee considerar la posibilidad de
consultar con un profesional de salud mental para averiguar cómo pueden ayudar.
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