Actividad motora excesiva
La actividad motora excesiva o sobreactividad se manifiesta a través de un movimiento constante y desorganizado del cuerpo sin que exista un fin específico. Los niños hiperactivos presentan conductas menos problemáticas cuando la actividad es nueva, divertida o recompensada, mientras que en las actividades aburridas la actividad motora se intensifica.
Asociado a esta excesiva actividad motriz, puede darse un déficit en la motricidad gruesa que se traduce en la falta de flexibilidad y rigidez en los movimientos del niño. Teniendo también problemas para distinguir los conceptos básicos relacionados con el espacio (arriba, abajo, izquierda y derecha) y con el tiempo (antes y después). Generalmente, también se observan problemas con la motricidad fina debido a la presencia de sincinesias (movimientos involuntarios de dedos) que impiden la realización de tareas.
Impulsividad
Se refiere al déficit en la capacidad para controlar los impulsos y para postergar la satisfacción inmediata de los deseos. Es por eso que tienen poca tolerancia a la frustración y un deficiente autocontrol. También puede influir en la visión de los acontecimientos a largo plazo y existe una limitada capacidad para conocer las consecuencias de sus actos. Puede presentarse dos tipo de impulsividad: impulsividad cognitiva e impulsividad conductual.
Es importante poner atención a la aparición de síntomas como los anteriores, pero lo primordial es acudir con los profesionales de la salud (médicos y psicólogos) antes de apresurar un diagnóstico, si tu hijo presenta conductas que te hacen dudar en si podría o no tener este trastorno no dudes en buscar una o varias opiniones antes de decidir su tratamiento.