miércoles, 30 de enero de 2013

7 ERRORES DE DISCIPLINA QUE TODA MADRE COMETE


Haciendo caso omiso de las señales de un niño es uno de los errores de disciplina que muchos padres hacen todo el tiempo, pero la fijación de ellos puede hacer una gran diferencia en la experiencia de ser padres. Preguntamos a los expertos a revelar los errores más comunes.
 SOMOS MUY NEGATIVOS
Situación: El número de cosas que usted diga a su niño pequeño o niño en edad preescolar no se debe hacer es interminable.
Solución: Pregunte por el comportamiento que usted quiere ver. Nadie quiere criar a un niño que no entiende los límites, pero los padres dicen “no” con tanta frecuencia que los niños se vuelven sordos a ella - y la palabra pierde su poder. Además, "muchas veces decimos a los niños que no deben hacer sin que sepan lo que deben hacer". Así que guarde el “no” para las situaciones realmente peligrosas y  céntrese en decirle cómo le gustaría que se comporte.
 ESPERAMOS DEMASIADO DE NUESTROS HIJOS
Situación: Estás sentado en la iglesia cuando Tu hijo grita. Tan pronto lo haces callar, lo hace de nuevo! Te preocupas y piensas: ¿Por qué no escucha?
La solución: juega a ser “el profesor”.  Los niños muy pequeños todavía no han desarrollado el control de impulsos ni han aprendido las habilidades sociales necesarias en lugares públicos.
Cuando su hijo rompa una norma, recuerde que no está tratando de ser un dolor de cabeza - él no sabe cómo actuar en la situación. Céntrese en mostrar a su hijo cómo desea que se comporte, en voz baja diciendo cosas como: "Yo estoy tranquila porque estoy en la iglesia, pero si necesito algo de papá me acerco y le susurro.".
"Se necesita tiempo y la repetición para que los niños aprendan a actuar en estas situaciones", lo que significa que usted debe esperar para darle a su hijo una gran cantidad de recordatorios - y apartarlo cuando no entienda el mensaje. Con el tiempo, aprenderá cómo actuar.
 MODELAMOS EL COMPORTAMIENTO QUE DESEAMOS EVITAR.
Situación: Se te cae algo y gritas. Un hombre interrumpe y le respondes con malas palabras. Después te enojas si tu hijo reacciona de la misma manera cuando las cosas no salen.
La solución: Discúlpate y repíte lo que hacías. Hay un efecto boomerang en el comportamiento: Si gritamos, nuestros hijos probablemente también lo harán. Sí, es difícil hacer el comportamiento perfecto todo el día, pero discúlpate cuando suceda. "Las emociones son poderosas y difíciles de controlar, incluso para los adultos", pero decir  “lo siento" demuestra que somos responsables de nuestras acciones.
También crea la oportunidad de hablar del por qué se reaccionó de la manera que se hizo, y ofrece los medios adecuados para responder cuando te sientes frustrado.
 INTERVENIMOS CUANDO LOS NIÑOS NOS ALTERAN.

Situación: Usted escucha a sus niños persiguiéndose unos a otros en la casa y grita inmediatamente.

La solución: Ignore selectivamente. A menudo los padres sienten la necesidad de intervenir cada vez que los niños hacen algo. Tenga en cuenta que los niños a veces hacen cosas que son molestas porque están explorando nuevas habilidades. (Su hijo podría vertir jugo en su cereal porque está aprendiendo acerca de los líquidos). Otras veces, están buscando atención. Vea lo que sucede si sigue con lo que estaba haciendo como si nada hubiera pasado. Lo más probable, si usted no responde, es que con el tiempo se detendrá - y usted se sentirá más tranquila.

NOS QUEJAMOS CONTINUAMENTE SIN DAR CONSECUENCIAS.

Situación: Apaga la TV ... Esta vez lo digo en serio ... ¡En serio!" . Sus hijos siguen el mal comportamiento porque no hay consecuencias.

La solución: Establezca límites y siga adelante.
Para enseñar a los niños a seguir las reglas, ponga expectativas claras, y luego tome acción cuando se rompan. Si usted quiere que su hijo, por ejemplo, se levante del sofá y haga la tarea, comience con órdenes que involucren respeto  (Ej."Por favor, apaga la TV ahora y haz tu trabajo"). Si lo hace, dar las gracias. Si no lo hace, dé una consecuencia como la siguiente: "Voy a apagar la TV ahora. Hasta que tu tarea no esté terminada, el privilegio de ver la televisión está suspendido».

USAMOS EL TIEMPO FUERA INEFICAZMENTE.
Situación: Usted envía su hijo de 3 años de edad a su habitación después de que le pega a su hermano, y enojado, comienza a golpear su cabeza contra el suelo.
Solución: Considere un tiempo específico para hablar de lo sucedido. Un tiempo fuera está destinado a que un niño se calme, no es un castigo. Algunos niños responden bien a la idea de que van a una habitación tranquila hasta que se calman. Sin embargo, otros lo ven como un rechazo, y los irrita. Además, no les enseña a los niños cómo deben comportarse. Como alternativa, siéntese tranquilamente con su hijo. Si está muy molesto, cálmelo. Una vez que esté relajado, explíquele  por qué el comportamiento no está bien. Si usted está muy molesto para consolarlo, póngase usted mismo en un tiempo “fuera”, y una vez que se haya relajado, hable sobre lo que le gustaría que su hijo hiciera diferente.
 ASUMIMOS QUE LO QUE FUNCIONA PARA UN NIÑO FUNCIONA PARA OTRO.
 Situación: La mejor manera para que su hijo deje de quejarse es explicarle cómo sus acciones deben cambiar. Sin embargo, su hija es más agresivo y se niega a escuchar.
Solución: Desarrolle herramientas diversas. Es fácil culpar a su hijo cuando una técnica de disciplina falla. Sin embargo, "probablemente tenga que intentar varias técnicas para ver cuál es la que funciona con cada niño". Si bien uno de ellos puede responder a  un recordatorio verbal, el otro puede necesitar una consecuencia cuando se comporta mal. "El castigo debe ser proporcional al delito - y el niño".

miércoles, 23 de enero de 2013

LOS NIÑOS Y LA COMIDA: 10 CONSEJOS PARA LOS PADRES.


No es de extrañar que los padres necesiten ayuda para entender qué significa comer de forma saludable. Desde la pirámide de los alimentos hasta la última grasa alimenticia, el alud de información existente sobre este tema puede desorientar bastante. La buena noticia es que usted no necesita graduarse en nutrición para criar hijos sanos. Siguiendo algunos recomendaciones básicas, usted puede crear un entorno doméstico que fomente la alimentación saludable y el mantenimiento de un peso saludable.
He aquí 10 normas básicas a seguir:
1.     Los padres son quienes controlan las líneas de abastecimiento. Son ustedes quienes deciden qué alimentos se compran en su casa y cuándo se sirven. Aunque es de esperar que los niños den la lata a sus padres para que les dejen comer alimentos menos nutritivos, son los adultos quienes deciden qué alimentos entran en casa. Los niños no se quedarán con hambre porque en su casa no hay lo que más les apetece comer. Comerán lo que haya en los armarios y la nevera. Si el tentempié favorito de su hijo no tiene nada de nutritivo, aún y todo, usted puede comprárselo de vez en cuando para que no se atiborre de ese alimento en cuanto caiga en sus manos.

2.     De los alimentos que ofrezca a su hijo, déjele elegir lo que quiere comer o si quiere comer. Los niños también deben tener voz y voto en el asunto. De la selección de alimentos que ofrezca a su hijo, déjele elegir lo que quiera comer y la cantidad que quiera comer. Tal vez le parezca que esto es darle demasiada libertad. Pero, si usted sigue la primera recomendación de esta lista, su hijo solamente podrá elegir entre los alimentos saludables que usted ha decidido comprar y preparar.

3.     Olvídese de la máxima de "dejar el plato limpio". Permita que su hijo acabe de comer cuando sacie su apetito. Muchas de las personas que ahora son padres se educaron con la máxima del plato limpio, pero este enfoque no ayuda a los niños a escuchar a su cuerpo para saber cuándo han comido suficiente. Si un niño aprende a reconocer la sensación de saciedad y a reaccionar en consonancia, es menos probable que coma más de lo que debería.

4.     Empiece pronto. Las preferencias alimentarias se adquieren muy pronto en la vida, de modo que empiece pronto a ofrecerle a su hijo un amplio abanico de alimentos. Los gustos y los desagrados relacionadas con la alimentación se empiezan a desarrollar durante la lactancia. Así mismo, es posible que necesite darle a probar un alimento nuevo a su hijo en varias ocasiones antes de que lo acepte. No le fuerce a comer, limítese a ofrecerle unos pocos bocados del alimento que desea introducir en su dieta.

5.     Reescriba el menú infantil típico. Cuando salgan a comer fuera de casa, deje que su hijo pruebe platos nuevos. Tal vez le sorprenda su deseo de experimentar. Puede empezar dejándole probar un poquito de lo que ha pedido usted o pidiendo una tapita o ración reducida para que la pruebe.

6.     Las calorías de las bebidas también cuentan. Los refrescos con gas y otras bebidas edulcoradas suman calorías y se interponen en el camino de la alimentación saludable. El agua y la leche son las mejores bebidas para los niños. El zumo está bien cuando es al 100%, aunque los niños no necesitan beber mucho zumo. Con 115 a 170 ml diarios -de 4 a 6 onzas- basta para un preescolar.

7.     Ponga los dulces en su sitio. Está bien tomar dulces de vez en cuando, pero no convierta el postre en el plato más deseado de las comidas. Cuando el postre se convierte en el premio por haberse comido bien la cena, es normal que los niños den más valor al pastelito que al brócoli. Intente mantener una actitud neutra hacia los alimentos.

8.     No confunda la comida con el cariño Encuentre formas mejores de decir "Te quiero". Cuando se utiliza la comida para recompensar a los niños y/o para mostrarles afecto, los niños pueden empezar a utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras emociones negativas. En vez de recompensar a su hijo con sus manjares preferidos, abrácelo, elógielo y préstele atención.

9.     Los niños hacen los que hacen sus padres. Sea un buen ejemplo para su hijo comiendo de forma saludable. La mejor forma de enseñar buenos hábitos alimentarios a su hijo es comiendo bien. Tome tentempiés nutritivos, coma en la mesa y no se salte comidas.

10.  Limite el tiempo de televisión y ordenador. De este modo, evitará que su hijo pique mecánicamente mientras está delante de una pantalla y fomentará en él la actividad física. Las investigaciones han demostrado que los niños que reducen las horas de televisión también reducen su porcentaje de grasa corporal. Cuando se les limita el tiempo de televisión y ordenador, los niños encuentran formas más activas de pasar el tiempo. Y, si la familia al completo limita el tiempo que pasan delate de cualquier tipo de pantalla, tendrán más tiempo para estar activos juntos.


martes, 15 de enero de 2013

9 pasos para que tu hijo ame la lectura


Lograr que mi hijo hiciera conexión con la lectura fue un propósito que me impuse desde que estaba embarazada. Comencé a leerle cuentos desde que estaba en mi vientre. Una vez nació, los libros de textura suave comenzaron a rodearlo. Luego vinieron los libros con dibujos exagerados y colores vibrantes y finalmente llegaron aquellos donde predominaban las figuras, los animales y la naturaleza.
El amor por la lectura se desarrolla en cada etapa de su vida. Tienes que ser parte de esto y animarlo a leer.¿Cómo lo logras?
la foto 25 200x300 9 pasos para que tu hijo ame la lectura1. Identifica un espacio en su habitación donde puedas ubicar un anaquel pequeño y poner los libros. Deben estar al alcance del niño para que, cuando tenga la necesidad de ojear uno, lo pueda hacer con libertad.
2. Selecciona libros de su interés. A Adrián le encantan los carritos y los animales así que procuro comprarle aquellos que despierten su curiosidad.
3. Recuerda que hasta los cuatro o cinco años aún no saben identificar palabras así que elige los que sean de colores brillantes y con láminas fáciles de entender.
4. Cuando estés leyendo un cuento intenta exagerar lo que está ocurriendo. Es una buena oportunidad para convertirte en el personaje principal.
5. Visita bibliotecas. Muchas ya tienen un área solo para niños.
6. Participa en maratones de lectura que hagan en tu comunidad.
7. No lo obligues a ver un libro si está cansado o estresado.
8. Permite que te vea leyendo y déjale saber -una y otra vez- que la lectura es una pieza clave para alcanzar sus metas.
9. Los audio libros son otra excelente alternativa. Así ellos asocian el sonido con la imagen.
Aunque parezca complicado, ciertamente no lo es. Lo importante es que papá y mamá sean disciplinados y amen tanto la lectura como quieren que la ame su hijo.

Bibliografía
http://espanol.babycenter.com/blog/mamas/amar-la-lectura/

PROCESAMIENTO AUDITIVO: PIEZA CLAVE EN LOS DÉFICITS DE ATENCIÓN Y EL DESARROLLO DEL LENGUAJE


Las habilidades de escucha sobrepasan los límites de la simple recepción y transmisión del sonido por parte del sistema auditivo que, como sabemos, empieza desde el mismo pabellón auricular. Nos referimos a las habilidades de escucha como la capacidad para codificar la información auditiva que le permite al niño focalizar, discriminar e identificar señales acústicas así como trasmitir continuamente información a través del  Sistema Nervioso Central  y Periférico; ya que se trata de un proceso superior, este puede filtrar, escoger y combinar información en niveles perceptuales y conceptuales apropiados que le permitirán  archivar y evocar información de manera eficiente.

La posibilidad para codificar la información auditiva es un mecanismo que se denomina Procesamiento Auditivo Central.  De esta forma, el sistema auditivo es un gran analizador de los sonidos que recibe. Debido a los diversos puntos en los que la información auditiva se transforma, el sistema auditivo central permite comprender no sólo la naturaleza y origen de los sonidos sino que realiza operaciones complejas de orden comprensivo con esa información. Tal como se dijo, en las áreas de asociación se une con otras informaciones y por eso es posible responder a estos estímulos. La  periodicidad, frecuencia de presentación y secuencia en los sonidos recibidos  permite al cerebro crear “engramas” o huellas que son el producto del análisis de estos sonidos. Cada vez que un nuevo sonido es escuchado, como sucedería con las palabras, el cerebro los compara con los que ya posee y empieza a darles una nueva ubicación. Por eso es tan inconveniente hablarle  a los niños “ a media lengua” pues estos engramas equivocados se irán fijando y eliminarlos es más difícil que crear unos nuevos. Esta es una de las explicaciones para los malos hábitos de habla de los niños que están desarrollando su expresión oral

La recepción de sonidos y su  asignación de significados  le permitirán compararla con los conceptos que posee y que su contexto le va mostrando. Así, emergerán las primeras palabras como resultado de esta interacción entre diferenciación de sonidos, asignación de significados y medio ambiente estimulante. Las habilidades de escucha o PAC preceden a la producción del habla y complementan la adquisición del lenguaje, y si pensamos en que buena parte de la información que recibe un niño se realiza en formas verbales pues el canal auditivo y sus posibilidades de procesamiento adquieren mayor importancia.

El desarrollo de las habilidades de escucha o PAC sustentadas en el sistema auditivo evidencia una rápida evolución que se ve acompañada de las posibilidades motrices, como es el caso del sostén cefálico hacia los tres meses de edad si se trata de localizar la fuente sonora ubicada lateralmente. Poco a poco no sólo se  tratará  de la localización de la fuente sino de determinar cambios en la secuencia temporal de sonidos, y ya que el niño escucha sonidos ambientales y sonidos lingüísticos podrá diferenciar cuáles tienen significado de acuerdo a los contextos provistos por su madre o cuidadores. De modo que esta secuencia temporal es una función auditiva superior de importancia extrema ya que cumple un aspecto significativo en el habla. Así, las habilidades de escucha le permiten determinar qué sonidos del habla se utilizan para señalar diferencias de significado.

Existe una relación muy estrecha entre el sistema auditivo, las habilidades de escucha, la adquisición del lenguaje oral y su aporte al desarrollo cognitivo. Ya vimos la forma en que el sistema auditivo suple las necesidades de las habilidades de escucha. A este punto sabemos  que  aunque un niño puede oír bien, es decir, su sensibilidad auditiva es normal, sus habilidades para procesar información auditiva puede estar fallando. Esto significa que puede tener dificultades para analizar, sintetizar, almacenar y evocar información.  Este tipo de actividades son de uso permanente cuando un niño está desarrollando su lenguaje y por supuesto cuando se encuentra en un salón de clase donde la mayoría de la información se hace oralmente. Si sumamos  a esto la competencia que tiene un niño con estas dificultades frente a otros más hábiles, pues podemos imaginar que tendrá serios problemas y que se verá en desventaja en comparación con ellos.

Cuando un niño logra desarrollar lenguaje en términos de conceptos, organizar la experiencia, y dar sentido a ésta a través de la posibilidad de simbolizar estamos pisando el terreno del pensamiento. Su  elemento básico son los signos  y símbolos, y estos se despliegan a través del lenguaje. Uno se sirve del otro en forma recíproca. La adquisición del lenguaje requiere el establecimiento de funciones mentales o cognitivas integras: percibir, analizar, razonar. De ahí se desprenden todo tipo de procesos: clasificar conceptos, jerarquizar ideas, secuenciar eventos y referirse a objetos y eventos no presentes.

Las dificultades en el PAC son más frecuentes de lo que pensamos, con frecuencia acompañan a los denominados déficits de atención, pero no es correcto afirmar que un niño que tiene dificultades en el PAC necesariamente puede tener un déficit de atención. El punto de confusión se presenta cuando se observan algunas características en común como  la dificultad para enfocar y sostener la atención. En otros casos, se pueden ver como niños impulsivos por la imposibilidad de descifrar o decodificar los mensajes que recibe. También se podrán desarrollar problemas de socialización con consecuencias comportamentales negativas como respuesta al mundo hostil que el niño no logra entender.

Estas son algunas señales de alerta que pueden hacer sospechar sobre dificultades en el PAC:
Historial con infecciones de oído frecuentes.
Baja resistencia al  multiestímulo o hipersensibilidad. (Se desestabilizan y  llora  ante ambientes ruidosos)
•No miran a los ojos de quien les habla, se muestran evasivos y desatentos en la comunicación.
•Dificultad para sostener atención.
•Retraso en la adquisición del lenguaje o expresión oral ininteligible.
•Dificultad para recordar y evocar  la información presentada por vía oral.
•Imposibilidad  para ejecutar instrucciones complejas.
•Se demora más tiempo del necesario para procesar la información y responder oportunamente.
•El rendimiento académico puede estar por debajo del esperado.
•Problemas de comportamiento, son bastante irritables.
•Alteraciones con la escritura y la  lectura, comprensión, deletreo y vocabulario.
•Dificultad para la adquisición del segundo idioma.


La ayuda terapéutica debe hacerse a cargo de un equipo profesional que verifique estas dificultades y emprenda un plan orientado a facilitar los procesos de codificación y decodificación de tonos puros, sonidos ambientales e instrumentales para poder llegar al análisis y síntesis de sonidos lingüísticos.

Algunas estrategias que se pueden manejar de forma práctica dentro del contexto cotidiano del niño son:
ü La voz de la madre es indispensable para  que el bebé se conecte auditivamente con su medio. Háblele, pero hágalo utilizando variaciones en la entonación, intensidad, tono, timbre y  duración de la voz. Evite la “media lengua”.
ü Si observa a su hijo silencioso o si presenta alguna dificultad para entenderle, preste atención especializada inmediata, de manera que pueda construir oportunamente las diferentes etapas evolutivas con sonidos puros y del lenguaje.
ü Acompañe a su hijo cuando  ve TV. o juega videos, de manera que usted pueda preguntarle frecuentemente sobre el vocabulario, la interpretación de escenas y el seguimiento de las secuencias.
ü Hable lentamente y con claridad  para que le permita  retener y procesar la información.
ü Apoye el discurso con ilustraciones  y dé al niño un tiempo prudente para la ejecución.
ü   Motívelo para que establezca  contacto visual con el interlocutor cuando le hablan.
ü Las estrategias de remediación están dirigidas a entrenar las habilidades de discriminación, memoria, atención, análisis / síntesis, localización, secuenciación e integración auditivo-vocal.
ü Discriminación o diferenciación de sonidos  lingüísticos y no lingüísticos, similares, diferentes, con y sin significado.
ü Actividades de memoria y secuencia auditiva: recordar imágenes auditivas, secuencias de orden de números y patrones tonales y rítmicos.
ü Atención y separación figura-fondo: enséñele a identificar sonidos específicos a pesar de escuchar otros sonidos de fondo. Esto le permite seleccionar los estímulos relevantes de los que no lo son y favorece el mantenimiento de la atención.
ü Análisis auditivo: requiere separar componentes del habla como separar palabras en sílabas o fonemas.
ü Síntesis auditiva: Consiste en identificar fonemas en sílabas y sílabas en palabras.
ü Localización: se refiere a determinar la dirección del origen del sonido y requiere la participación de ambos oídos.
ü Imagen auditiva o integración auditiva-visual: se refiere a asociar sonidos con una representación gráfica y producciones orales con símbolos impresos.



El plan también debe incluir  comprobación del estado de su integridad auditiva, descartar déficit de atención y vigilar su desarrollo motor y sensoriointegrativo. Además, es necesario darle  al grupo familiar una explicación clara sobre las dificultades del niño y se le permitirá acercarse a las estrategias trabajadas para apoyar en casa las habilidades desarrolladas.

Hasta aquí hemos presentado los aspectos principales que relacionan la capacidad de escuchar con la posibilidad de procesar de forma comprensiva esos sonidos. Comprender el correlato anatómico y fisiológico contribuye a comprender la complejidad del proceso para poder abordar dicha  problemática. La  conclusión más importante es que las habilidades de escucha o PAC es un factor  que puede determinar el éxito o fracaso de un niño en su desarrollo lingüístico y en la adquisición de aprendizajes. La expectativa más grande es conformar grupos de estudio que se interesen para trabajar estos aspectos y lograr consenso entre los profesionales que se buscan fortalecer estos aspectos en los niños.

Bibliografía
1.     Guyton, A.rthur C. Anatomía y Fisiología del sistema Nervioso Central. Neurociencia Básica. Editorial Médica Panamericana. 1989.
2.     Ingram, D. Transtornos Fonológicos en el Niño. Editorial Médica y Técnica. S.A. España. 1983.

3.     Kapit Wynn, Macey, Robert, Meisami Esmail. Physiology Coloring Book. Benjamin/ Cummings Science Publishing. San Francisco, California. 2000.
4.     Lasky, E. Katz, J. Central auditory processing disorders. Problems of speech, language, and learning. Univerity Park Press. Baltimroe. 1983.
5.     Love Russell J., Webb Wanda G. Neurología para los especialistas del habla y del lenguaje. Editorial Médica Panamericana. Bogotá. 1989.
6.     Luria A.R. Lenguaje y Pensamiento. Breviarios de conducta humana, No. 16.    Editorial Fontanella. Barcelona. 1980
7.     Moreno Castro, Jairo A. Pensamiento, lenguaje, Comunicación. Signum. Colección Papeles de Tertulia. Bogotá. 1993



[1] Lasky, E. Katz, J. Central auditory processing disorders. Problems of speech, language, and learning. University Park Press. Baltimroe. 1983.

[2] Love Russell J., Webb Wanda G. Neurología para los especialistas del habla y del lenguaje. Editorial Médica Panamericana. Bogotá. 1989.
[3] Ingram, D. Transtornos Fonológicos en el Niño. Editorial Médica y Técnica. S.A. España. 1983. Pp. 30.
[4] Arnold, E. Contemprary diagnosis and management of Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder. Handbooks in Health Care Co. Second Edition.  Newtown, Pennsylvania, USA. 2002. Pp. 10.