miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mutismo Selectivo


El mutismo selectivo se refiere al silencio selectivo en un niño que solo habla libremente en situaciones muy familiares. Niños que presentan este problema solo hablan cómodamente con familiares muy cercanos. Sin embargo, con cualquier otra persona que esté presente, se muestra reservado y tímido. Algunos niños evitan el contacto ocular y no se comunican de ninguna forma con los demás. Hay otros que utilizan gestos o expresiones faciales.

El mutismo selectivo se define por:
  • Una persistente negación a hablar en determinadas situaciones sociales a pesar de poder hablar en otras situaciones.
  • Pérdida del lenguaje la cual interfiere en su educación o en su trabajo.
  • El silencio es de al menos un mes de duración después de haber empezado el curso escolar.
  • La negación a hablar no es debida a una falta de conocimientos del lenguaje en esas situaciones.
  • Esta alteración no es debida a un Trastorno en la Comunicación, un Trastorno Psicótico o un Trastorno Generalizado del Desarrollo.

El mutismo selectivo no es muy común, probablemente menos del 1% de los niños en educación primaria. Los niños que tienen alteraciones del desarrollo del lenguaje o problemas en la articulación tienen una mayor probabilidad de desarrollar mutismo selectivo. En ambas situaciones, los niños pueden mostrarse callados por la preocupación por expresarse inadecuadamente.

Las investigaciones muestran que muchos niños con mutismo selectivo son ansiosos en situaciones sociales desde edades muy tempranas. Al contrario de lo que piensa la mayoría de la gente, pocos niños con mutismo selectivo han experimentado un trauma. Se puede observar un desarrollo normal del lenguaje en casa, pero se asustan cuando tienen que hablar con personas no conocidas o con las que tienen poca relación

En estos momentos, muchos investigadores creen que el mutismo selectivo es una forma de fobia social, esto es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por una inhibición a nivel social por miedo de ser  juzgados negativamente. Algunos niños refieren que sus gargantas se bloquean cuando miran a otros, como si sus cuerdas vocales no los dejaran hablar. Estos niños es probable que tengan una disposición a inhibirse como parte de su personalidad.

El tratamiento efectivo del mutismo selectivo consiste en actuar en los tres principales problemas:
  • El elevado nivel de ansiedad que presenta el niño en las situaciones sociales.
  • La limitada experiencia que ha tenido el niño en hablar con otras personas que no sean sus familiares.
  • El elevado apoyo que ha tenido en la comunicación no verbal.

La psicoterapia de apoyo o exploratoria no se ha encontrado muy útil. Aunque pueden ayudar para crear un ambiente de confianza y de apoyo para llevar una vida más relajada, pero no se han encontrado útiles para manejar la limitación de la comunicación en las situaciones sociales. Por ello, los profesionales han buscado métodos para ayudar a reducir la ansiedad y crear habilidades.

Terapia de comportamiento
Se requiere una valoración detallada acerca de la historia psicosocial y del desarrollo del niño, por medio de  las entrevistas con los padres o cuidadores y con las personas que están en contacto con él, como los profesores, los familiares y otras personas cercanas. Se describirán los objetivos del tratamiento y las pautas terapéuticas con la finalidad de conseguir la colaboración de todos.

Técnicas
El tratamiento multidisciplinar utiliza diferentes técnicas:
1. reducir la ansiedad
2. exposición gradual a las situaciones temidas
3. modificación del comportamiento en la exposición gradual
4. auto-modelado de las reacciones adecuadas
5. grabar su voz o grabarlo en video en situaciones en las que se mostraba calmado.
6. Restructuración cognitiva para que el niño lo externalice.

Dependiendo de la extensión y la duración del problema, se requerirá la utilización de un mayor o menor número de técnicas. Aunque es poco frecuente, el mutismo selectivo requiere cuidadosa atención por su persistencia y su impacto en la vida del niño. Todavía se requieren más estudios científicos para poder afirmar que se tiene una curación definitiva, pero las expectativas son mucho mejores que hace cinco años.


martes, 27 de septiembre de 2011

¿QUÉ NOS PEDIRÍA UN NIÑO CON AUTISMO?”


Necesito más orden del que tú necesitas.

No me hables demasiado, ni demasiado rápido.

No te angusties conmigo, porque me angustio.

Respeta mi ritmo. Ayúdame a comprender.

Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder.

No me invadas excesivamente. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.

Haz un esfuerzo por comprenderme aunque no siempre sea fácil entenderme.

Hazme saber de algún modo cuando haga las cosas bien y ayúdame a hacerlas cada vez mejor.

Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí.

No permitas que me aburra o permanezca inactivo.

No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas.

Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila.

No solo soy una persona con autismo. También soy un niño, un adolescente o un adulto y me gusta jugar y divertirme.

Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. No vivo en una “fortaleza vacía”, sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible.

No me agregas químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar un medicamento, procura que sea revisado periódicamente por el especialista.

No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer.

Pídeme lo que puedo hacer, no lo hagas por mí.

Ayúdame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser una persona con autismo.

No siempre me comunico con palabras, pero hay otras formas con las cuales lo puedo conseguir, como utilizando imágenes, permíteme hacerlo.

Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas.

Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy una persona con autismo, sea tu mayor y mejor compañía.

Ser una persona con autismo es un modo de ser, aunque no sea el común. Mi vida puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya y en estas vidas podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.


lunes, 12 de septiembre de 2011

EL JUEGO COMO RECURSO DE ESTIMULACIÓN EN LOS NIÑOS



El juego es la actividad más importante de los niños. Los niños juegan, no solo para divertirse o distraerse, también lo hacen para aprender. Un niño que juega está estimulando su desarrollo físico, mental y emocional.

El juego es la mejor universidad, a través de él, los niños pequeños aprenden a relacionarse con el mundo, desarrollan su imaginación, se implican emocionalmente, imitan a otros niños, a sus padres, mueven sus músculos y articulaciones. El juego es el mejor entretenimiento para la inteligencia, la capacitación de habilidades, las emociones y la actividad física. Más tarde, el juego permite socializar al niño, potenciando las relaciones con otros niños y con su entorno.

Psicomotricidad, imaginación e inteligencia

Cuando juegan, los niños ejercitan su cuerpo en crecimiento, aprenden a controlar y coordinar sus músculos, las articulaciones, los movimientos, pero además, estimula la inteligencia y las emociones. Por eso, el juego tiene que ser siempre entretenido, divertido, para que sea voluntariamente aceptado.

Con el juego los niños adquieren experiencia al conocerse a sí mismos y al mundo que les rodea, aprenden a ser imaginativos, a dramatizar, simulando ser otras personas, niños, adultos o animales, aprenden a compartir, tolerar frustraciones, y a representar escenarios y situaciones reales o irreales que les permitirán acercarse al mundo de los adultos.

El juego es imprescindible en todas las etapas de la infancia, lógicamente cambian el tipo de juego y su significado. Existen casi infinitas formas de jugar, solo limitadas por el espacio que tienen para desarrollar sus juegos, los recursos que les proporcionan los adultos y por su propia imaginación. Por ello los adultos deberían facilitar los medios para jugar, los materiales y el espacio necesario para ello.

Compañeros de juegos

Los padres son los primeros compañeros de juego de sus hijos, con ellos aprenderán a imitar sonidos a coger los juguetes que se le ponen en las manos, a tirarlos y deleitarse con el ruido que provocan al caer, más tarde a esconder y encontrar cosas. Poco a poco tu hijo aprenderá a jugar solo durante cortos periodos de tiempo, cada vez podrá entretenerse más tiempo solo, siempre que tenga objetos con los que jugar y espacios para ver; cuando puede desplazarse gateando aprenderá a coger las cosas que le rodean con las que puede desarrollar su imaginación.

En la edad preescolar aprenderá a jugar con otros niños. El juego le permitirá ser cada vez más independiente, que es el objetivo final de la educación, lograr que tu hijo sea un adulto independiente, equilibrado y bien relacionado con su medio, metas imposibles de conseguir sin el juego.

¡Juega con tus hijos!

Los padres, muchas veces influenciados por la industria del juguete, proporcionan a sus hijos solo “juguetes educativos”, limitando el juego que permite aprender sobre el mundo real, sobre sí mismo y sobre su entorno, y esto es tanto o más educativo. Es muy útil y agradable para tu hijo, también para ti, que jueguen juntos, revolcándose por el suelo, modelando plastilina, cantando, bailando o jugando al baloncesto. Esto no solo mejorará nuestra unión, también hace que tu hijo se sienta mucho más feliz y pueda experimentar diversos progresos en su desarrollo, a la vez que tu puedes recuperar la alegría del recuerdo de tus juegos infantiles.

Algunos padres, quizás tú, por motivos, generalmente de trabajo, no tienen tiempo de jugar con sus hijos. ¡No saben lo que se pierden! Aunque descubran años después su error, ya nunca podrán recuperar las sonrisas, las alegrías, las emociones y el gran progreso que tu hijo puede experimentar a través del juego. Aunque sólo sea media hora al día, dedica tiempo a jugar con tu hijo. No para ver la televisión, tampoco para ver cómo juegan otros niños, muñecos o dibujos animados, sino para que te liberes de todas tus cargas y obligaciones y juegues al escondite, a los indios, o a imitar a quien tu hijo quiera. Y los fines de semana dedícale más tiempo porque él lo merece.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Sabias que… BHA, BHT, TBHQ son preservativos hechos a base de petróleo


Los preservativos son principalmente utilizados para prevenir que las grasas se hagan rancias, permitiendo que los alimentos tengan mayor “vida útil”.
La mayoría de ellos no se cree que sean un peligro para la salud, pero los 3 preservativos a base de petróleo (BHA,  BHT,  TBHQ) sí lo son, y se ha encontrado que alteran la conducta y causan problemas en la salud.
Los estudios sobre estos químicos son perturbadores. A principios de 1974, un estudio hecho por Stokes y Scudder, reporta que ratonas preñadas fueron alimentadas con BHA y BHT, esto afecto la química del cerebro de sus crías, reduciendo su colinesterasa y serotonina a la mitad de los niveles normales. Ellos reportaron “Los ratones afectados, pesaban menos, dormían menos y peleaban más que los ratones de control normales”.
Debido a que BHA,  BHT,  TBHQ son incluidos en tantos productos, que también contienen otros aditivos, sería muy conveniente estudiar la interacción entre ellos. Uno de los pocos estudios que existen   encontró que el BHA “facilita la activación del BHT” e incrementa su toxicidad. Aún así es muy común hallar los dos en la misma comida.
Otro estudio reciente sobre la interacción de los aditivos, nos revela que un aditivo (colorante, preservativo) más una excitosina (MSG o aspartame) es mucho más tóxico para las neuronas en desarrollo que uno de ellos solo. Cuando dos químicos utilizados juntos causan más daño que cada uno de ellos por separado se le llama “sinergia”. En la vida real, estamos consumiendo la mayoría de estos químicos al mismo tiempo y no tenemos idea de los daños que pueden causar estas combinaciones.
Estos preservativos aún disfrutan de las siglas GRAS (por su nombre en Ingles Generalmente Reconocidos como Seguros) aún cuando ya existe mucha evidencia de que son tóxicos para muchas células y órganos, promueven la formación de tumores, debilitan el sistema inmune, impactan el sistema nervioso y el comportamiento, tienen efecto negativo en la formación de esperma y óvulos, afectan la reproducción y el desarrollo.