viernes, 27 de mayo de 2011

¿Qué es el intestino permeable? y ¿Cómo afecta la vida de tu hijo?


El intestino es conocido como “el segundo cerebro”, en el caso de los niños autistas desde el nacimiento presentan un sistema gastrointestinal muy inmaduro, sensible, débil y fácilmente lesionable.

El aparato intestinal está protegido por una membrana con funciones muy importantes para nuestra salud. Entre algunas de sus principales funciones encontramos: la absorción de nutrientes, la producción de enzimas digestivas, de ciertas vitaminas y de anticuerpos, los cuales actúan como primera línea de defensa contra infecciones.

Esta membrana tiene cierto grado de permeabilidad ya que sin ella, no podríamos absorber los nutrientes de los alimentos que comemos, y por otro lado también nos ayuda con la tarea de rechazar sustancias que podrían hacer daño a nuestro organismo.

Cuando el intestino es demasiado permeable o esta inflamado, nos deja expuestos a cualquier invasión; por ejemplo cuando comemos alimentos que no son orgánicos, estamos consumiendo cientos de diferentes pesticidas, insecticidas, metales pesados y otros tipos de químicos, los cuales a través del intestino permeable pasan directamente a la sangre, afectando todos los órganos y sistemas, siendo también un intestino permeable más susceptible a la invasión de parásitos, bacterias o la reproducción de ciertas levaduras como la Candida Albicans.

El principal problema de un intestino permeable es que permite el paso a la sangre de alimentos no digeridos, especialmente péptidos y metales pesados. Entre los péptidos no digeridos que pasan la barrera intestinal podemos encontrar al gluten que se encuentra en el trigo, cebada, centeno y avena, y de la caseína que se encuentra en todos los productos derivados de la leche. Estos péptidos llamados exomorfinas, son reconocidos por el cerebro como sustancias opiáceas y provocan un estado similar al de estar bajo el efecto del opio o de la heroína, lo que trae como consecuencia graves alteraciones en la conducta. La existencia de estos péptidos es muy característica del autismo y del TDAH; por lo que la dieta se ha convertido en un factor decisivo en el tratamiento de estos padecimientos. Es de suma importancia ayudar a “sanar” el intestino a través de una dieta adecuada, y así permitir a nuestros niños mejorar su calidad de vida.

miércoles, 11 de mayo de 2011

La dieta mejora la calidad de vida de tu hijo


Actualmente se sabe que muchos niños con espectro autista no metabolizan eficazmente las proteínas contenidas en el gluten y en la caseína. Existen investigaciones que han estudiado el metabolismo de niños con espectro autista, teniendo como resultado que su organismo convierte estas proteínas en péptidos opiáceos.

Todas las sustancias para que puedan ser asimiladas por nuestras células, deben de pasar por un proceso de metabolización, el cual comienza en nuestra boca y termina en nuestros intestinos; siendo el intestino delgado el encargado a través de sus vellosidades intestinales, de pasar estas sustancias ya metabolizadas al torrente sanguíneo y a todo nuestro organismo.

Los niños autistas e hiperactivos tienen algún tipo de deficiencia enzimática, la cual no les permite desdoblar específicamente las proteínas del gluten y la caseína, dando como resultado péptidos opiáceos, los cuales dentro de nuestro cuerpo llegan a actuar como drogas similares a las poderosas morfina y heroína, siendo estas las causantes de conductas autistas como: cambios radicales de humor, insensibilidad al dolor, estereotipos, aislamiento, auto-agresión, etc.

La dieta libre en gluten y caseína se lleva a cabo eliminando todos los alimentos que contienen estas dos proteínas. El gluten está presente en cereales como trigo, cebada, centeno y en menor proporción en la avena (aunque también es importante eliminarla), así como en todos sus derivados. La caseína se encuentra en todos los alimentos procedentes de la leche como: yogurt, queso, mantequilla, crema, etc.

La dieta debe de ser cumplida al 100%, por lo que es muy importante hacer el comunicado tanto a la familia como a la escuela que asiste el niño, se debe avisar al director así como a la maestra la dieta que está llevando a cabo el niño, y hacerles saber que es muy importante para su recuperación, por lo que todos la deben de respetar.

Algunos dicen que la dieta es difícil, y al principio lo es, pero con el tiempo la dieta libre en gluten y caseína hace que la vida sea mucho más fácil, ya que en la gran mayoría de los niños, se logra ver una notable mejoría y entre más pequeño sea el niño cuando empiece a tratarse con esta dieta, mejores serán los resultados.

Existen infinidad de opciones para poder cumplir con este régimen alimentario, acércate a un nutriólogo certificado y pronto veras como la vida de tu hijo comienza a cambiar.